A mis amigos y a mi familia les encantan mis recetas, así que ¿por qué no compartirlas? Son de aquí y de allá, sobre todo adaptaciones personalizadas según lo que tengo en la despensa y, son, desde luego, lo que mi imaginación desencadena. Abajo encontraréis los diferentes tipos de platos. ¡Que os aproveche!
viernes, 18 de julio de 2014
MILHOJAS DE MERLUZA
Este plato está genial, tanto por la mezcla de sabores como por la presentación, y aunque lo veáis sofisticado, en realidad es muy fácil de hacer y además, nada caro.
Tiempo de elaboración y cocción: 55 minutos
Ingredientes para 4 personas:
4 filetes de merluza congelados, 2 tomates, una zanahoria, una cebolla, 2 berenjenas, harina, sal, pimienta, 16 gambas no muy grandes, aceite de oliva y tiras de pimiento en conserva.
Elaboración:
En una cazuela se pone a cocer la merluza junto con los tomates, la zanahoria, la cebolla, sal y pimienta. Y toda la verdura pelada y a trozos. La verdura le aportará sabor y vitaminas al pescado. La merluza tarda poro en hacerse, un cuarto de hora o veinte minutos.
Por otra parte, se pelan y se cortan las berenjenas en lonchas. Se ponen a remojo 15 minutos con sal.
Transcurrido ese tiempo, se secan un poco y se enharinan.
Y se fríen por tandas en abundante aceite de oliva.
Aunque las berenjenas enharinadas no cogen demasiado aceite, a mí me gusta ponerlas en papel absorbente una vez que estén fritas.
Mientras tanto, se saca la merluza de la cazuela y se desmigaja. Y muy importante, no se tira el caldo.
Por otra parte, se saltean las gambas con unas gotas de aceite.
Se coge una lata a la que previamente le habremos quitado las dos bases (yo he utilizado una de foie en la que las bases se desprendían muy fácilmente) y la ponemos en el plato de servir las milhojas.
Se coloca una berenjena en el fondo.
Y se alternan las capas de berenjena y migajas de merluza a las que se les va añadiendo una cucharada del caldo de pescado. Tras cada capa, se presiona un poco para que se quede compacto. Finalmente se acaba con una berenjena.
El último paso es el más delicado, hay que subir el molde con cuidado de no romper la milhoja, pero si la hemos ido apretando no habrá problema.
Al final ya sólo nos queda decorarla con unas tiras de pimiento y las gambas salteadas.
Tenéis que probar este plato, es delicioso, y sólo con el aspecto da ganas de comérselo. EL caldo de pescado que ha quedado lo podéis congelar y utilizarlo para un risotto de mariscos, una paella o una sopa, es una manera de aprovechar bien todos estos ingredientes.
QUE APROVECHE
Este plato lo encontraréis también en PRIMEROS PLATOS
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